sábado, 1 de septiembre de 2012

Nada serio, algo increible.

Aunque yo no me quise dar cuenta, y aún así sabía que no era lo correcto, yo seguía aquí, viendo que cada vez que hablabamos o que te veía se encendía una llama. Y ya no te habló de amores, ni de chorradas de esas, que al fin y al cabo se acaban, te habló de pasión, de roce y de una  atracción imposible de superar. Pasan los días y no es que signifiques algo para mí, pero tienes ese algo que hace que no deje de pensar en tí, en tus caricias, roces y besos, en tus palabras, tus chulerías y privilegios.
Y no te voy a negar que me apetezca sentirte de nuevo, y no te voy a mentir, pero eres increible, solo eso. Quisiera decir... que las mariposas de mi estomago te esperan, inquietantes a que las mate tu calor. Ya sabes que estoy esperando a tu olor, a tus indirectas y a tus ya no, como niño caprichoso. 
Quizás me equivoque, pero este error me sabe a bien, y por muy amargo que pueda verse desde otros ojos, desde los míos, es una de las cosas mas dulces que he probado ;)