De pronto todo se hizo una burbuja, el y yo, tan solo el y yo. Todo desapareció solo estabamos nosotros en aquel sitio sucio y desordenado, pero a la vez apasionado y soñado. Acercando poco a poco nuestras bocas pudimos tocar el cielo, tocar la luna y hacerla trozos, tocar el mar y las montañas, tocar el placer.
Inesperado todo y también sencillo, valiente y deseoso... Inesperado el que tus manos tocaran mi cara, mis labios... Inesperado es estar allí contigo. Y es que no controlamos las horas, ni los minutos, ni incluso algo tan corto como los segundos, el tiempo se mezcla con el deseo y al final cada uno termina en su lugar como si nada hubiera pasado, todo se deshace como por arte de magia, solo tu y yo sabemos que fue mágico.
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