Un momento, un motivo, una fantasía...
Todo se reduce a esas tres palabras, difíciles de analizar pero fáciles de sentir.
Olvidar todo lo que nos rodea, sonreír, detener el tiempo y amar.
Y es que es complicado pensar que esto iba a suceder, que podríamos medio olvidarnos de cosas grandes, pero que a la vez son tan insignificante, que estas cosas las superan por momentos.
Era lo que necesitábamos, juntarnos en uno y ser capaces de volar sin tener que fumar, o sin tener alas.
Es como un sueño, que puede que sea corto, pero tenga la duración que tenga será un sueño.
Esta el 1º cielo, que son las miradas, un 2º que son las sonrisas, un 3º que son las caricias, un 4º que son los besos, y un 5º que resume a todos ellos.
Aprenderemos a llegar a él siempre, y es que no nos hace falta nada más para tocar el cielo.
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